En el Centro de Recuperación de Fauna, estos días de lluvia y viento han sido un gran problema para nuestra fauna en especial, para los vencejos. Estas aves insectívoras del orden de los apodiformes que visitan nuestros pueblos y ciudades en primavera-verano. Donde aprovechan para criar, poniendo una media de 2 huevos en pequeños huecos de fachadas y debajo de nuestros tejados, único momento del año que se posan en tierra firme, ya que de lo contrario su vida transcurre volando: comen, duermen, copulan al vuelo. Su diseño está hecho para volar a gran velocidad y para la captura de insectos.
Esta pequeña ave, de plumaje grisáceo oscuro y de unos 40-45 g. de peso en estado adulto, ingiere diariamente varios gramos de pequeños insectos (moscas, mosquitos, pequeñas mariposas, escarabajitos…), lo que significa que las poblaciones de vencejos que nos visitan en primavera-verano nos libran de toneladas de “molestos” compañeros estivales.
Cuando acaba la temporada de cría, entre mediados y finales de julio, vuelven a su hogar de invierno, tierras del sur de África, donde seguirán en vuelo, durante casi un año entero, hasta su retorno a Europa y Asia para la cría del año siguiente.